Texto de Ramón Bujalance Ilustración de Teresa Castro Robledo
Revista Tambriz • nº 5
¿Qué tienen las flores que un día gris lo transforman en alegre? Olores, colores, texturas y sentimientos, todo mezclado en un pedacito de naturaleza en nuestras manos que son un regalo para cualquiera. Todas las plantas –excepto los helechos– tienen flores. Una flor, una sonrisa. Las hay para todos los gustos, son asequibles para la gran mayoría de bolsillos y se pueden regalar un día cualquiera y cómo no, por cualquier motivo.
Estos pequeños obsequios de la naturaleza ayudan a reducir el estrés diario que produce la vida en la ciudad, acercando a los que las miran, las compran o las regalan al medio natural, gracias a sus colores, perfumes y texturas; además, la vitalidad y la energía se ven favorecidas cuando las tenemos cerca. Asimismo, las flores tienen la capacidad de expresar aquello que el ser humano no sabe indicar con palabras y hace florecer sentimientos también en quien las recibe. Cada ramo o maceta tiene un sentido, un significado y aporta a cada individuo en cada momento lo que
puede necesitar.
