Texto de Ramón Bujalance
Fotografía de Alejandro Landaeta

Revista Tambriz • nº 8 

Un hilo rojo invisible une a San Carlos de Chile y Baena (España), ciudades hermanas desde hace 25 años. Un toma y daca, un estrechar lazos de amistad e intercambios culturales que en los últimos meses ha traído hasta el museo Histórico y Arqueológico de la población cordobesa una muestra del artista visual y profesor chileno, Alejandro Landaeta.

Bajo el título Flora Sangrada la sala baenense ha sido testigo directo de la obra del artista que ha cruzado el Atlántico con la intención de mostrar y hacer partícipes a sus ‘hermanos españoles’ de una de las preocupaciones medioambientales, probablemente mundiales, que existen a más de 10.000 kilómetros: la destrucción de flora autóctona a causa de factores ambientales como la sequía, la erosión y el calentamiento global, y, por otra parte, de la pérdida de identidad ante la introducción de especies foráneas que configuran un paisaje totalmente diferente al de antaño. Una preocupación que va más allá, asegura el artista, que incide en que el mensaje de estas obras es universal, por lo que esta exposición ha sido creada para viajar. Buena prueba de ello es que tras su paso por Baena ahora puede observarse en la Casa Museo Violeta Parra de San Carlos de Chile.

Artículo completo en el nº 8 de la Revista Tambriz