Texto y fotografía de José Manuel Cano de Mauvesín

Revista Tambriz • nº 9 

A mediados del siglo XX Baena contaba con 22.031 habitantes. En tan solo una década había perdido casi 3.000 vecinos, iniciándose un periodo de declive demográfico que llegaría a su punto álgido en 1981 cuando el censo poblacional se redujo a 16.599 baenenses. El fenómeno de la emigración hacia zonas industriales de España y otros países del extranjero provocó entre principios de los años 60 y mediados de los 70 un acuciado descenso que se dejó sentir especialmente en el abandono de los núcleos rurales (Arroyuelos, Fuentidueña…) y el cambio del modelo habitacional en el casco urbano de la población.

De este modo, si en etapas anteriores era frecuente encontrar a varias familias compartiendo una misma vivienda, el proceso migratorio libró de esa carga a un buen número de inmuebles del casco histórico que quedaron ocupados únicamente por aquellos que por su avanzada edad o economía algo más holgada se resistieron a abandonar sus primitivos hogares.

Sin embargo, la reestructuración urbanística que necesariamente tuvo que llevarse a cabo como consecuencia de la elevada pérdida de habitantes, no favoreció demasiado a los barrios tradicionales y aunque el consistorio no los abandonó del todo a su suerte, lo cierto es que la mayor parte de las obras públicas se llevaron a cabo en la zona del Ensanche.

Artículo completo en el nº9 de la Revista Tambriz