Texto de José Manuel Cano De Mauvesín
Fotografía de Archivo Mauvesín

Revista Tambriz • nº 2 

En el siglo XVI, lejanos ya los peligros de haber sido frontera con el reino nazarí de Granada, la Almedina baenense era uno de los barrios más nobles de Andalucía y así habría de mantenerse al menos hasta la primera mitad de la siguiente centuria tal y como lo atestiguan los versos a la izquierda de estas líneas, escritos en 1628 con motivo de la beatificación de los mártires del Japón. Los diferentes actos religiosos llevados
a cabo en la Villa se complementaron con unos juegos de cañas en el Coso donde se constata la presencia de al menos cuarenta caballeros cuyas casas solariegas se situaban en la cúspide del cerro que coronaba el castillo, la parroquial de Santa María y el convento de las dominicas.

Casi cuatrocientos años después de estas referencias, el recuerdo de los hijosdalgos que poblaron la Almedina se reduce a tres portadas blasonadas y otra más en la que se aprecia claramente el hueco que dejó el blasón expoliado en los años 70 del pasado siglo, época esta en la que se prodigó la compra de escudos a quienes habían adquirido aquellas antiguas casonas solariegas para convertirlas en cabrerizas.

Artículo completo en el nº 2 de la Revista Tambriz