Educación. 75 años de la Safa

Texto por Ramón Bujalance
Fotografías por José Luis Serrano

Revista Tambriz • nº 2

La vocación. Es una palabra hermosa cuando se habla de una profesión como la de ser maestro. Una vida completa dedicada a educar en valores, a formar personas, a aportar conocimientos, a comprender a los estudiantes y a ser comprendidos. Y no es fácil si no se cuenta con lo primordial, dar todo sin esperar nada a cambio.

REMEMORAR tiempos pasados. Eso ocurrió al entrar a la Biblioteca de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (SAFA) de Baena cuando empezaron a venir a la mente todos esos instantes vividos en el colegio. Los trotes por los pasillos, las visitas al salón de actos, una regañina del maestro por hablar en clase, pupitres con el cajón lleno de libros, campos de fútbol de chinos –donde caerse era lo mejor que podía pasar para ir a la enfermería y perder media hora de clase–, mochilas sin ruedas y recreos con los compañeros.

Podríamos enumerar cientos de miles de anécdotas desde los ojos de un niño, pero en este cara a cara, son ellos, los que fueron maestros de vocación y directores de escuela, los que mejor pueden hablarnos de lo que ha supuesto para ellos tantos y tantos años esforzándose por transmitir, no sólo conocimientos, sino también valores como confianza, respeto, habilidades sociales y formación en valores. De esto último se sienten muy satisfechos.