Fátima Gálvez
Texto de Tania Abril
Fotografías de Jesús Ochando
Revista Tambriz • nº 5
“Empecé a pegar tiros gracias a mi padre, ahora mi mayor sueño es una medalla olímpica”
Fátima Gálvez
Templanza, pulso, reflejos y vista son algunas de las cualidades más desarrolladas. Apasionada y locamente enamorada del tiro, a pesar de no ser rentable económicamente, sí lo es de un modo emocional y vital.
No hay plato ni reto que se le resista. Y eso que su condición de mujer en un mundo de hombres no le abre muchas puertas, pero Fátima Gálvez no se calla, es una luchadora que ama lo que hace y que cada día debe superar trabas —problemas con la Federación Española de Tiro Olímpico (RFEDETO), con la financiación y patrocinio como deportista de élite… — para conseguir avanzar. Es la menor de tres hermanas y la que siempre mostró su debilidad por el campo, no solo el de tiro. Enfermera de profesión, aunque no ejerce, ha compaginado estudios y deporte, hasta que finalizó la
diplomatura. En la actualidad, el tiro de foso olímpico es su vida.