Artículo de Marta Baena
Ilustración de Juan Fardo
Revista Tambriz • nº 10
‘Riiiiing’ suena la campana, la alarma característica que anuncia el inicio o final de las clases. Hay cosas que con el paso de los años no cambian, se mantienen impasibles. Los colegios siempre contarán con esas sirenas pero los alumnos que entren en sus clases no serán los mismos. De los Millennials a la Generación Z, solo hay un lapso de 25 años y un importante salto tecnológico; estos últimos han nacido con la expansión de Internet en sus venas.
Hace apenas una década las aulas tenían como protagonista en su cabecera a la pizarra de tiza. El encerado de toda la vida (de los de antes). Ahora, comparte espacio con su hermana pequeña, la pizarra digital que pronto será sustituida por la pizarra digital 2.0, la táctil, que se conectará a través de la wifi. Las clases evolucionan y los planes de enseñanza tienen que adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas generaciones. «Los niños de hoy son nativos digitales, pero para los profesores es necesario un proceso de adaptación», explica Raúl Peña, profesor de Matemáticas y Física de Safa Baena.
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