Texto de Marta Baena
Fotografía de Rafael Cano

Revista Tambriz • nº 9 

Prevenidos, luces, cámara y… acción. Quizá no sean estas las palabras exactas que emplean todos los directores de cine cuando inician la grabación de una escena, pero son las más populares y todo el mundo puede llegar a imaginarse el set de rodaje listo y a todo el equipo en marcha.
Este oficio (el cine), que necesita reunir vocación y devoción, ha sido el elegido por dos jovencísimos baenenses de apenas 18 años, Alfredo Picazo y Luis (Soto) Muñoz, quienes, tras conocerse de toda la vida, un día cayeron en la cuenta de que estaban unidos por dos pasiones: el patinaje y el mundo audiovisual.

Empezaron grabándose mientras patinaban y así fue como nació la curiosidad por documentar vivencias que después editarían… «Siempre hemos visto muchas películas, y la necesidad de querer contar algo más se fue fraguando», explica Alfredo. Desde entonces, supieron que querían dedicarse al sector audiovisual y decidieron hacerlo mano a mano. «Comenzamos participando en concursos locales y nos dimos cuenta de que queríamos trabajar en esto», añade Soto.

Reportaje completo en el nº 9 de la Revista Tambriz