Texto de Tania Abril Fotografía de José Luis Serrano

Revista Tambriz • nº 2

Hay imágenes que valen más que un millón de palabras. Ésta, publicada en el primer número, robó más de una sonrisa a quienes le conocían. Tras su rostro se escondía un hombre guasón, trabajador y curtido en la barra de un bar, pero al otro lado del mostrador, desde el que se sirve un buen café, un fino y una dosis de alegría; al otro, donde como un espectador ve pasar la vida, los clientes que vienen, charlan, cogen fuerzas y se van. Algunos vuelven un par de veces al día mientras tú sigues ahí dispuesto a volver a servir tu mejor versión, de tus chistes, afecto y cariño con la esperanza de que yo, aquel y otros tantos vuelvan por tu casa. Eso es algo que él supo hacer… Ahora dicen que está en el cielo, dónde van las buenas personas cuando fallecen… He vuelto a tu casa y a pesar de tu ausencia te he visto, te he sentido y hemos quedado para tomarnos un café en el cielo.

pellejito

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