Texto de Ramón Bujalance Ilustración de Marina Leyva
Revista Tambriz • nº 7
¡Miiiiiiiiiiiiiiiiiil euros! ¡400 miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiil euros! (pónganle el tono y la efusividad de los niños y niñas del colegio de San Ildefonso de Madrid y tendrán la respuesta). Es uno de esos días que quienes juegan a la Lotería Nacional, y casi los que no, marca un antes y un después. El 22 de diciembre es la fecha que anuncia que la Navidad está muy cerca. La suerte sonríe quizá a pocos ese día en concreto pero la alegría de los ganadores se expande como el champán que descorchan los premiados en una fecha tan especial. Tradición, superstición y algunos rituales como los que se disfrazan o acuden al Teatro Real de Madrid para ver en directo el sorteo hasta los que viven intensamente la mañana cantada al son de cifras y euros. Lo cierto es que las posibilidades de que toque son bastante limitadas, pero la ilusión no se pierde y cada año hay quien se juega más dinero por cabeza para tentar la suerte a favor del jugador.